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Un perro agresivo y enfadado puede causar muchos problemas, incluidas mordeduras graves que pueden provocar infecciones. Sin embargo, no siempre es obvio que un perro muestre signos de agresividad o pueda hacerte daño en cualquier momento.
Ser consciente de este peligro puede ayudarle si es víctima de una mordedura o ataque.
Según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, un aumento en el número de gruñidos y dientes enseñados puede señalar que un perro está cada vez más enfadado. Puedes notar que sus ladridos suenan más graves que antes, lo que puede hacer que parezcan menos felices y más enfadados.
Cuando se sienten amenazados por primera vez, los perros suelen quedarse quietos y no se mueven tanto como antes. Puede que incluso los notes en una postura tensa en la que sus colas no se mueven de un lado a otro como de costumbre.
En general, observará una falta de movimiento juguetón o un intento de relajarse a su alrededor. Algunos de estos signos pueden parecer confusos al principio, ya que los perros no necesariamente se vuelven más activos o se enfadan de inmediato.
Cuando se sienten amenazados o frustrados, los perros pueden empezar a gruñir y gruñir más fuerte. Un rápido salto hacia usted o un empujón contra usted con el hocico también pueden indicar que pueden volverse más agresivo en poco tiempo.
Incluso pueden darte pequeños mordiscos que no necesariamente te rompan la piel o te dejen dolorido. Notar estos signos de agresividad es importante para cualquiera que haya luchado después de una mordedura de perro.