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Cuando sales a la carretera, quieres estar en plena forma física y mental. Incluso estar ligeramente indispuesto o somnoliento puede ponerte en riesgo de una forma de conducción distraída que a menudo es tan peligrosa como enviar mensajes de texto mientras conduces.
En lo que respecta a la somnolencia al volante, todos los estudios la describen como un grave peligro. Pero, ¿en qué consiste ese riesgo y cómo puede afectar a su seguridad?
La Fundación del Sueño señala que efectos negativos de la somnolencia en la seguridad de la conducción. En realidad, la somnolencia tiene un efecto similar en los conductores al de enviar mensajes de texto mientras conducen e incluso al de conducir bajo los efectos del alcohol. Los conductores somnolientos a menudo tienen dificultades para concentrarse y enfocar la atención, perdiendo detalles importantes que podrían afectar a sus posibilidades de evitar un posible accidente.
Los conductores somnolientos también tienen reflejos lentos. Esto significa que, aunque detecte una situación peligrosa, es posible que no tenga la capacidad de reaccionar con destreza y evitarla. Esto aumenta tus probabilidades de sufrir un accidente, así como las probabilidades de implicar a otros conductores en uno.
También existe el riesgo de sufrir un microsueño o de quedarse completamente dormido al volante. El microsueño consiste en quedarse dormido brevemente, normalmente durante unos segundos. Desgraciadamente, cuando se va lo suficientemente rápido -como a las velocidades habituales en una autopista- es posible recorrer la distancia de un campo de fútbol en sólo tres segundos. Esto hace que los conductores se vean abocados a sufrir colisiones traumáticas y trágicas en las que, en esos momentos de inconsciencia, pueden salirse de la carretera o chocar contra el tráfico que circula en sentido contrario.
Así pues, es fácil ver el efecto negativo y peligroso que tiene la somnolencia en los conductores y en su seguridad.