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Tras sufrir graves daños en un accidente de tráfico, es posible que esté buscando respuestas. Si su accidente involucró a un conductor mayor, él o ella puede tener la culpa.
Cuando se trata de accidentes automovilísticos, hay varios factores que pueden aumentar la probabilidad de que una persona provoque un accidente. Según la NHTSA, 20% de todos los accidentes mortales adultos mayores de 65 años.
A medida que una persona envejece, experimenta diversos cambios físicos. Por ejemplo, puede notar cambios en su visión o en su forma física. Puede que sus reflejos ya no sean los de antes. Cuando un adulto mayor nota que su visión cambia, puede ser necesario utilizar gafas u otras ayudas. Un conductor siempre debe caber en su vehículo sin problemas. Si un adulto mayor no dispone de dispositivos de adaptación para garantizar su seguridad, puede considerarse negligencia.
Los conductores mayores suelen padecer más enfermedades que los más jóvenes. Algunas de estas enfermedades pueden afectar a la coordinación y la función cognitiva del conductor. Si usted sufrió lesiones en un accidente con un conductor de edad avanzada, él o ella puede sufrir de cualquiera de los siguientes:
Las personas mayores o sus cuidadores deben tomar nota de cualquier signo de advertencia y ayudar al adulto a adaptarse a la conducción o a encontrar otras formas de transporte.
Nadie debe esperar a que la conducción de un adulto mayor se vuelva peligrosa para hablarle de seguridad.