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Descansar bien por la noche es fundamental para la salud. También puede evitar que se produzcan accidentes de tráfico graves si se cansa al volante. Conducir con somnolencia provoca alteraciones similares a las de conducir en estado de embriaguez y puede resultar igual de peligroso. Por eso la Consejo Nacional de Seguridad ofrece la siguiente información sobre la conducción somnolienta y cómo puede evitarse.
Aproximadamente 100.000 accidentes de tráfico al año están relacionados con la conducción fatigada. Conducir cansado provoca una serie de efectos nocivos y puede afectar considerablemente a su capacidad. Por ejemplo, conducir cansado disminuye su capacidad de reaccionar a tiempo ante peligros repentinos en la carretera. Esto aumenta las probabilidades de sufrir un accidente. Según algunas estimaciones, conducir cansado aumenta hasta tres veces el riesgo de sufrir un accidente.
Una buena forma de prevenir la conducción somnolienta es identificar las señales que indican que estás demasiado cansado para ponerte al volante. Desviarse del carril es un signo distintivo del cansancio al volante. Aunque esto puede no parecer un problema grave, es muy preocupante si se tiene en cuenta lo que podría ocurrir si otro vehículo circulara por el carril contrario al mismo tiempo. Los conductores somnolientos también tienden a bostezar con frecuencia o incluso a dar cabezadas al volante. También se saltan las señales de tráfico y las salidas, y no recuerdan fácilmente los últimos kilómetros recorridos.
Hay otras formas de combatir la somnolencia al volante. Cuando compres un vehículo nuevo, busca los que tengan alerta de salida del carril, que avisa al conductor cuando se desvía del carril adecuado. Además, tenga cuidado al tomar medicamentos antes de conducir. Algunos medicamentos contribuyen a la somnolencia y tienen una etiqueta de advertencia que así lo indica. Por supuesto, la mejor defensa contra la somnolencia al volante es dormir bien.