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Las amputaciones cambian la vida de quienes se someten a ellas. En general, estas lesiones son irreversibles. Provocan cambios de por vida que pueden ser fundamentales para el modo de vida de una persona.
Las prótesis pueden ayudar. Muchas personas con prótesis de pierna pueden seguir corriendo o haciendo senderismo, por ejemplo. Sin embargo, muchas otras actividades se pierden para siempre. La calidad de vida de la persona puede cambiar. Puede que nunca vuelva a trabajar. Son frecuentes los pensamientos depresivos. Se necesita terapia, tanto física como mental.
Una mujer dijo que estuvo en coma mientras le amputaban el brazo. A los tres días se despertó y descubrió que ya no lo tenía. Intentó decirse a sí misma que todo había sido un sueño y deseó desesperadamente volver a dormir.
Los accidentes y traumatismos son algunas de las principales causas de estas intervenciones. Técnicamente, si se consideran las extremidades inferiores, las enfermedades vasculares encabezan la lista. Les siguen el cáncer, los accidentes y la diabetes.
Sin embargo, en el caso de las amputaciones de las extremidades superiores, nada las provoca más que los traumatismos. Estos incidentes son 17 veces más raros que las amputaciones de piernas, pero aun así ocurren, y no es una enfermedad lo que provoca la mayoría de ellas.
Los expertos hacen hincapié en las actitudes positivas, los sistemas de apoyo y otras tácticas para hacer frente al aspecto emocional y psicológico de un amputación. Estas cosas absolutamente pueden ayudar, pero no hay manera de hacer esto fácil. Siempre es difícil. Si el accidente que ha provocado la amputación ha sido causado por otra persona -quizá un accidente de coche-, puede parecer muy injusto.
En momentos como éste, es importante que las personas cuyas vidas han cambiado para siempre sepan qué opciones legales tienen.
Fuente: Mi Handicap, "Amputación: un cambio irreversible," consultado el 30 de noviembre de 2017